lunes, 8 de junio de 2009

Refleccion a mis 21 años

21 años, acabo de cumplir 21 años, si muero a los 42 pase llegue a la mitad de mi vida… Así y todo, 21 años es una vida. Pero, ¿Qué hice en 21 años?... estudie guitarra –y, hoy, soy solo un poco menos mediocre de lo que era cuando empecé-, me recibí como técnico en computación –que me dio un trabajo como programador, mal pago comparado con otros que hacen lo mismo, pero de cómodos horarios-, aprendí ingles en la escuela –y solo lo uso pa’ huevear-, me fui a vivir solo, empecé el CBC para ingeniería informática, y lo deje después de un año y medio de estancamiento, hice un curso de efectos especiales –realmente lo disfrute-, empecé el CBC de diseño industrial, y olvide casi todo lo que sabía de alemán. Y fundamentalmente, aprendí como dormir parado en el colectivo.
Ahora, mirando todo con frialdad, pienso ¿Es realmente lo que quiero, lo que hice y lo que hago hoy?, ¿Soy realmente feliz?, ¿Para qué estoy acá?...
No lo sé, pero hay algo que nos lleva a hacer esta vida, todo el tiempo se nos dice que estudiemos, que seamos alguien, que lo fundamental es tener un buen trabajo, y después de todo eso ¿Cuándo vivimos? Hoy con 21 años y en el esplendor de mi vida, donde soy joven y hermoso –Porque belleza y juventud parecen ser sinónimos- no vivo, trabajo y estudio, con pausas para comer y una siesta ocasional, todos dicen que es un esfuerzo y que más adelante voy a poder disfrutar, pero quien me asegura que voy a llegar a ver el más adelante. Quiero vivir hoy, agarrar mis cosas más relevantes y viajar, por todo el mundo a pie. Ver, conocer, interactuar con extraños, riesgos absurdos, no tener la certeza de donde voy a pasar la noche o si voy a comer, pero sin preocupaciones importantes, solo llegar desde un lado a otro…
Podría invertir un año para ver qué onda, pero, algo me retiene, hay algo que me dice que no, que me quede en lo seguro, una pregunta importante es… ¿Le hago caso a esa voz?, todo me dice que sí. Pero hay una vocecita, un ápice de coraje que me dice, “dale, tira todo a la mierda, salí a conocer el mundo, se vos”, y realmente eso me da una luz tenue de esperanza…
Realmente, si lo pienso, no tengo un verdadero apego por algo concreto… si lo miro con frialdad, lo único que me detiene es la posibilidad de lastimar a mis padres o no ver a mi abuelo en mucho tiempo, creo que es una de las pocas cosas que me retiene, extrañar a la poca gente que quiero…
21 años… ya veremos qué pasa…